En tu cabello hace neblina
Es tarde
El café recalentado
Como un muerto que espera en nuestra mesa
La última oración, bosteza
Y a cada bostezo el humo se hace pared entre nosotros.
En tus labios se moja el café y tu lengua se tiñe de sombras
Con las que murmuraste en mí, un rostro de llorosa.
Yo respiré humo
Y mis labios colgaban, como crucifijos viejos.
Yo te besé en sueños absurdos
Donde caben el mapa de una carretera, papeles cenicientos,
Y el rincón donde un dragón hace poemas
Y los lanza sobre un mar de palabras perdidas.
En tu cabello hace neblina
Es tarde.
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